Cultura organizacional: Qué es y cómo mantenerla

La cultura organizacional se refiere al conjunto de normas, valores y características que tienen en común las personas que forman parte de una empresa o grupo de trabajo.

De hecho, Stephen Robbins, uno de los mayores expertos en comportamiento organizacional, la define como un sistema de significado compartido entre sus miembros, sirviendo para distinguir a una organización del resto. Aunque esta es solo una parte de su importancia.

Este conjunto de valores y creencias que representan las bases de la cultura organizacional, tienen mucho peso en la imagen que ofrece la empresa al mundo exterior.

Es decir, estos elementos van moldeando el clima laboral y por tanto las relaciones dentro de la oficina cada día. A su vez, esto se traduce en cómo es percibida la institución, ya que si sus miembros están sincronizados con la misión y visión de la compañía, entonces se notará mucho más el progreso y la sinergia.

Por ejemplo, en aquellas empresas donde uno de los valores más importantes es ser detallistas con los clientes, entonces a la hora de presentarse algún malentendido con éstos, los trabajadores buscarán la mejor forma posible para que el cliente se vaya contento a casa.

En cambio, si la empresa destaca mucho más la compenetración del grupo de trabajo y el compañerismo, entonces es más probable que logren resolver los problemas internos de forma sencilla, sin necesidad de que eso afecte la productividad y la sinergia del grupo.

Dependiendo de los elementos y objetivos que una empresa adopte, desarrollará comportamientos y procesos particulares, teniendo entonces alguno de estos tipos de cultura organizacional:

Cultura burocrática

En este caso, se le da valor fundamental a la formalidad de los protocolos. Acá tanto las autoridades como los trabajadores tienen asignaciones específicas, que deben cumplir de acuerdo a su rol en la empresa.

Cultura de clan

Cuando se adopta este tipo de cultura empresarial, el compromiso del personal con la institución forma parte de los valores de la empresa, siendo incluso una prioridad. Se debe tener un gran sentido de pertenencia, recordando siempre las metas a cumplir y su importancia para el desarrollo de la empresa a largo plazo.

Cultura emprendedora

El concepto de cultura es asumir riesgos. Al tener una toma de decisiones más aventurada, se logra un ambiente laboral muy dinámico. Los miembros de una organización de este estilo suelen ser innovadores, lo cual potencia en gran medida el crecimiento de la empresa.

Cultura de mercadeo

La cultura de una empresa basada en el mercadeo se caracteriza por alcanzar metas financieras a través de la publicidad. Estas empresas priorizan encontrar formas novedosas que hagan resaltar las virtudes de la empresa o sus productos, para así incrementar el interés del público por ella.

La forma más eficaz de saber el tipo de cultura organizacional de tu empresa es utilizando el Organizational Culture Assessment Instrument (OCAI). Este método fue desarrollado en la Universidad de Michigan por los especialistas en el área de manejo de organizaciones Kim Cameron y Robert Quinn, y es utilizado a nivel mundial para evaluar la Cultura Organizacional de cualquier empresa.

Dicho instrumento puede ser utilizado de forma grupal o individual y consta de 24 ítems y 6 dimensiones: características dominantes, liderazgo organizacional, gestión de empleados, cohesión organizacional, énfasis estratégico y criterios de éxito.

Para aplicar el OCAI, y determinar qué tipo de cultura organizacional es la que predomina en la empresa o institución, se dividen 100 puntos entre las opciones que se brinda por cada dimensión. Mientras más se parezca la organización a ese ítem, mayor puntaje se le dará.

¿Ya estás listo para establecer o mantener la cultura de tu empresa? Te compartimos 5 consejos que te harán el proceso mucho más fácil.

El hecho de mantener un cierto tipo de cultura organizacional en tu empresa a largo plazo, puede ser sencillo si encuentras la asesoría adecuada. En caso que desees comenzar a desarrollar una buena cultura organizacional, te compartimos 5 consejos que te ayudarán a mantenerla con éxito en tu empresa:

1. Deja en claro los valores de la compañía

En primer lugar, dentro del clima organizacional, es fundamental que resaltes cuáles son los valores, filosofía o sentido de identidad que posee la empresa. Además, que dejes esto en claro a los posibles nuevos empleados, pues es importante que también cuenten con esos valores para una mejor relación. 

El actuar en contra de la filosofía de organización normalmente trae confusión, desequilibrio en la cultura organizacional y, finalmente, se traduce en discomfort entre los trabajadores. ¡Y ningún negocio quiere eso! 

2. Promueve la retroalimentación honesta y abierta

Se debe mantener una comunicación abierta que le permita a los miembros de la organización expresar recomendaciones, ideas, inquietudes o inseguridades con respecto al ambiente laboral. De esta forma, los empleadores podrán identificar rápidamente los problemas o dificultades que se presenten, mejorando la dinámica de trabajo.

3. Busca personas que encajen con la filosofía de la empresa

Lo comentamos anteriormente. Al momento de incluir nuevos miembros al equipo de trabajo, es importante resaltar que deben poseer valores compartidos con la empresa. En este sentido, el departamento de recursos humanos debe tener en cuenta si el perfil de los aspirantes encaja con los valores de la organización.

4. Ofrece beneficios relacionados con el estilo de vida 

¡No todo se trata de pagar los mejores salarios! Existen trabajadores que valoran mucho más cuando una empresa les da, por ejemplo, flexibilidad en los horarios de trabajo, días de descanso o la posibilidad de trabajar desde casa. Esto es una buena manera de motivación, pues demuestras que tu organización se preocupa por sus empleados. 

5. Apoya el crecimiento personal

Otro aspecto importante para una empresa es el crecimiento profesional de cada empleado dentro de ella. Por ello te recomendamos invertir en cursos de capacitación para que los integrantes de la empresa puedan mejorar o desarrollar nuevas habilidades a lo largo del tiempo.