Due Diligence: 5 cosas que debes saber como emprendedor

El due diligence o diligencia debida es la investigación que hace un potencial inversionista para conocer a profundidad una compañía, determinar los riesgos de la inversión y decidir si efectivamente quiere convertirse en socio.

El término normalmente se utiliza en los negocios para dar buena fe de los posibles riesgos de una inversión, sin embargo, este proceso de investigación puede utilizarse para cualquier decisión importante. 

Debes saber que estas investigaciones se realizan por un proceso de auditoría. Esto significa que conlleva un estudio minucioso de la información y, por supuesto, por obligación legal debe ser de información confidencial. 

Aunque el proceso de due diligence no sea sencillo, una vez que se cuenta con dicha información financiera, la toma de decisiones por parte de los inversionistas se hace más clara.

Recuerda que la situación financiera es la parte de la empresa a evaluar que puede generar riesgos potenciales en la inversión. De allí la importancia de conocer a fondo el plan de negocio y los pasivos ocultos de tu negocio.

Con la due diligence, los inversionistas podrán apreciar muchos detalles acerca del negocio en el que planean invertir. Al realizarla siguen estos objetivos: 

1. Verificar la valoración de los activos y pasivos 

Esto se realiza con la evaluación de la situación económica, así como también estudiando las fusiones y adquisiciones. En qué gasta la empresa, cómo lo recupera, cuál es la principal fuente de ingresos, etc. Todos estos detalles podemos encontrarlos en el plan de negocios.

2. Conocer las deudas a corto y largo plazo 

Cuál fue la última vez que la empresa tuvo una deuda y por qué. Expectativas y planes a largo plazo.

3. Evaluar los riesgos que puede tener el negocio 

Aquí hablamos de riesgos financieros, desde un punto de vista como inversionista, ¿Qué riesgos se está dispuesto a enfrentar? ¿Van de la mano con lo que propone la empresa?

4. Investigar las opiniones de los clientes y la reputación del vendedor 

Tal vez el dicho de “el cliente siempre tiene la razón” no sea muy acertado, pero si de algo estamos de acuerdo es que su punto de vista importa. Pregúntale al potencial comprador qué opina respecto al proceso de compra de la empresa, si el producto o servicio le brinda seguridad social u otros beneficios.

5. Identificar áreas para investigaciones adicionales 

Podemos evaluar si la empresa sigue las políticas dentro del departamento de compras, por ejemplo. Esto se hace mediante una auditoría de compra. Otras áreas a evaluar: departamento de recursos humanos, proveedores, contabilidad, marketing.

Por supuesto, estos objetivos varían según los tipos de due diligence, bien sea legal, en los negocios, financiera, operativa o ambiental.

Sabemos que levantar capital no es tarea sencilla, más aún en mercados emergentes donde no hay un gran ecosistema de inversión y las inversiones en startups no son tan comunes. 

Para tener éxito en ello, es necesario pasar por el proceso de due diligence. Así que te recomendamos que te prepares y sigas estos puntos clave:

1. Conoce a detalle tu compañía y tu mercado

Siempre ten en mente que cualquier inversionista sofisticado espera que conozcas a la perfección tanto a tu startup como a tu mercado. Puedes iniciar con un pitch deck para inversionistas. 

Un deck es una presentación de 10 slides que explica los aspectos claves de tu negocio. Luego de revisar el deck, el inversionista te pedirá una reunión para hacerte algunas preguntas básicas sobre tu negocio.

2. Asegúrate que todo esté bien con tus documentos

Revisa con detalle todo el material, busca y enmienda errores de ortografía, diseño o cálculo matemático. Te impresionarías de la cantidad de documentos que recibe un inversionista con errores. Recuerda: en los detalles está el éxito.

3. No caigas en el optimismo excesivo

Si bien existen startups que han crecido de manera exponencial, alcanzando valuaciones de billones de dólares y cientos de miles de clientes en poco tiempo, también hay que tener en cuenta que el 90% de las startups fracasan después de un par de años de nacidas. 

Así que no trates de vender una promesa que parezca inalcanzable, pues los inversionistas profesionales son muy incrédulos ante soñadores sin fundamentos. 

4. Ten apertura para negociar la valuación de tu startup

Los inversionistas saben que tienes un vínculo emocional con tu compañía. Por esto, es normal que un fundador value su empresa por encima de lo que lo haría un inversionista.

A menos que tengas un term sheet (un acuerdo entre un inversionista y una startup para llevar a cabo una inversión en la compañía), firmado por un inversionista legítimo fuera de tu círculo de amigos o familia, es muy probable que tu valuación esté fuera de los rangos normales. Normalmente, una tasa muy alta será el argumento que utilizará un potencial inversionista para negociar.

Si de igual manera mantendrás la valuación inicial, intenta justificar con datos como estadísticas comparativas sobre el mercado o industria. Recuerda, el mercado de inversiones es un buyer’s market, por lo que el precio lo pone el comprador, no el vendedor.

5. Dedícale tiempo al proceso

Asegúrate de entender perfectamente tu mercado y producto. Puedes organizar una carpeta (un Google Drive, por ejemplo) con todos los documentos claves de la empresa lista para enviar, y tener una perspectiva a futuro realista sobre el potencial de tu negocio.

Con esto estarás mejor preparado que el 90% de las startups que están buscando capital en el mercado, e incrementa tus probabilidades de levantar capital exitosamente.