En los últimos años, la tokenización ha emergido como una de las innovaciones más disruptivas en el sector financiero, conectando el mundo de los activos tradicionales con la tecnología blockchain. Activos del mundo real (RWA) como bienes raíces, productos básicos e instrumentos de deuda están siendo progresivamente tokenizados, abriendo nuevas oportunidades de inversión. Aunque mercados como Estados Unidos, Suiza y Singapur ya han hecho avances importantes, México aún se encuentra en una etapa inicial para aprovechar completamente este prometedor mercado.
¿Qué es la Tokenización de RWA?
En términos sencillos, la tokenización consiste en convertir los derechos sobre un activo en un token digital alojado en una blockchain. Este proceso mejora la liquidez, reduce costos de transacción y proporciona un acceso más amplio a oportunidades de inversión. Con la tokenización de activos del mundo real, activos históricamente ilíquidos como bienes raíces o arte, se integran a la economía digital, haciéndolos accesibles a pequeños inversionistas y permitiendo la propiedad fraccionada, con la ventaja añadida de operar en un mercado global 24/7.
El mercado global de activos tokenizados está proyectado para un crecimiento exponencial. Un informe de Boston Consulting Group estima que la tokenización de activos ilíquidos podría alcanzar un valor de hasta 16 billones de dólares para 2030. En México, con su vasta base de activos del mundo real —incluyendo bienes raíces, productos básicos y proyectos de infraestructura—, existe un enorme potencial para capitalizar esta tendencia.
Sin embargo, la adopción de la tokenización en México ha sido más lenta en comparación con otros mercados. Factores como la falta de claridad regulatoria y las preocupaciones en torno a la custodia de los activos tokenizados han ralentizado su avance. A pesar de estos desafíos, el futuro de la tokenización en México es prometedor, particularmente si se logran superar estos obstáculos.
¿Quién Está Liderando la Tokenización?
A nivel global, varias instituciones ya están a la vanguardia de la tokenización. En Suiza, bancos como Sygnum y SEBA Bank han hecho avances significativos, mientras que en Estados Unidos, proyectos como tZERO y Polymath están innovando en este espacio. En América Latina, países como Argentina y Brasil comienzan a explorar la tokenización en sectores como bienes raíces y agronegocios. En contraste, México aún no ha visto una adopción significativa de parte de instituciones establecidas o fintechs.
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El Desafío de la Custodia
Uno de los mayores retos para la tokenización de RWAs es garantizar la legitimidad y seguridad de los activos subyacentes. En las finanzas tradicionales, los custodios —generalmente bancos o instituciones financieras— se encargan de proteger los activos. En el contexto de blockchain, este concepto debe redefinirse para asegurar que los tokens realmente representen los activos que dicen respaldar.
En México, una posible solución radica en aprovechar los fideicomisos como custodios de activos tokenizados. Estas entidades reguladas podrían proporcionar una base sólida para que los inversionistas confíen en que los tokens tienen un respaldo real, y que existen mecanismos legales que garantizan su protección.
El Papel de los Fideicomisos en la Tokenización
Los fideicomisos de garantía podrían desempeñar un papel clave en la infraestructura financiera de la tokenización en México. Al actuar como custodios regulados, estos fideicomisos proporcionarían una capa adicional de seguridad, lo que ayudaría a generar confianza entre los inversionistas y abordar las preocupaciones sobre la legitimidad de los activos tokenizados. Este enfoque híbrido entre blockchain y estructuras fiduciarias tradicionales podría ser el camino para que México desarrolle un ecosistema de tokenización más robusto.
¿Qué Falta en México?
Para que México aproveche plenamente el potencial de la tokenización de RWAs, es necesario desarrollar varios aspectos clave:
- Claridad Regulatoria: Es esencial que el gobierno y los reguladores establezcan directrices claras sobre la tokenización, particularmente en temas como la custodia de activos, la protección de inversionistas y la aplicabilidad legal de los tokens.
- Infraestructura Financiera: Se requiere una infraestructura blockchain más sólida, acompañada de plataformas fintech capaces de manejar la emisión y el comercio de activos tokenizados.
- Participación Institucional: Las instituciones financieras y las empresas inmobiliarias deben explorar activamente la tokenización como una forma de desbloquear liquidez en activos históricamente ilíquidos.
- Fomento de la Confianza Pública: Es crucial educar tanto al público como a los inversionistas sobre los beneficios y riesgos de la tokenización, abordando preocupaciones sobre fraude, seguridad y custodia.
El Camino hacia el Futuro
México tiene el potencial de convertirse en un líder en la tokenización de activos del mundo real, pero para que esto ocurra, es necesario superar desafíos clave en torno a la custodia, la regulación y la infraestructura tecnológica. La 'Ley Fintech' ya proporciona una base sólida para las operaciones de blockchain, pero se requiere una versión 2.0 que evolucione y se adapte a las exigencias de la tokenización.
La tokenización tiene el poder de enfrentar algunos de los mayores desafíos financieros de México, desde la reducción de fraudes hasta la disminución de costos transaccionales, y puede desbloquear nuevas oportunidades para crear productos financieros innovadores. Más importante aún, esta tecnología tiene el potencial de atraer inversión extranjera directa, facilitando la asignación de capital en sectores estratégicos como bienes raíces, infraestructura y energía, lo que posicionará a México como un destino más atractivo y competitivo para el capital global.
Con el enfoque adecuado, la tokenización de los activos del mundo real en México no solo generará mayor inclusión financiera, sino que también impulsará la innovación, transformando el mercado financiero y empoderando a los mexicanos en el proceso. Es una oportunidad que el país no puede dejar pasar.