Di el Salto. Por fin, Invertí

Empecé a Invertir en Startups

Llevo años escuchando que dejar mis ahorros estáticos en el banco es una mala idea. Que lo único sensato para que ese dinero no pierda valor, es invertir. Sin embargo, mi concepción de las inversiones siempre fue que podría perder mi dinero. El dinero que me costó mucho tiempo y esfuerzo juntar, podría esfumarse si no lo “hacía bien”. Ante ese prospecto, y una falta total de conocimiento para “hacerlo bien”, que perdiera un poco de valor, se veía mucho menos grave.

En la travesía para intentar invertir, pasé por un par de asesores financieros, de bancos e independientes, por muchos videos que explicaban los CETES y por mi primo que trabaja en la bolsa. Sin embargo, yo seguía escuchando: “si no lo haces bien, lo puedes perder”, y el temor a que sucediera y que nadie me supiera decir qué era “bien”, me alejaba de nuevo.

Hace 2 meses, por trabajo, escuché una entrevista con Luis Barrios, fundador de Arkangeles. Su misión de democratizar las inversiones de alto rendimiento para ayudar a generar abundancia, me hizo sentir que encontré la clave para mi problema y que la solución resultaba ser muy sencilla. Con 3 mil pesos, podía ganar mucho dinero y Arkangeles hacía todo el trabajo complicado por mí, no necesitaba entender, ellos entendían y yo no perdía.

¿Por Qué Arriesgarse?

Al entrar a la plataforma, me topé con que Luis no había mentido, ahí estaban las oportunidades, los tickets de 3 mil pesos y hasta los artículos y cursos para aprender sobre finanzas personales e inversión. Mi emoción por lo sencillo que se veía todo me impulsó a ponerme a escuchar el podcast y tomar varios de los cursos. ArkEducation terminó por abrir mis ojos a la realidad: Son inversiones de alto riesgo... no solo puedo perder mi dinero, es muy probable si no lo “hago bien”. Se me rompió el corazón, pero quería entender entonces cuál era el punto. ¿Por qué alguien haría eso? ¿Por qué me arriesgaría a perder si no tengo mucho?

Tardé varios cursos en por fin entender un poco el razonamiento detrás de estas inversiones en particular y de por qué, al menos Luis, las veía como mejor opción. Si los CETES me dan un rendimiento igual o menor a la inflación, no gano nada. Si invierto en empresas que están en el mercado público, esas ya crecen poquito también, su momento de crecimiento exponencial, y por lo tanto, rendimiento interesante, ya pasó, son muy estables; pero las startups o inversiones de alto riesgo pueden explotar, para bien o para mal. Si atino una inversión en startups puedo multiplicar muchas veces mi inversión. Hasta ahí todo bien, pero como ya establecí ya, no me gusta arriesgar mi dinero, y ahí estuvo la clave de lo que aprendí en los cursos y que hizo que comprendiera cómo la gente puede “jugar” con su dinero.

Si bien, sí es un riesgo y un poco un juego, todo tiene que ver con estadística y la palabra clave es “diversificar”. No pones los huevos en varias canastas por “suerte”, lo pones porque estadísticamente 1 de 10 te va a salir. Tan te va a salir que va a compensar las otras 9 que no funcionaron. El mundo se iluminó, vi colores nuevos y los inversionistas no están locos, solo tienen claridad de las estadísticas de éxito y pérdida y se mueven para no recaer en la suerte, si no en los números.

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Hoy ya tengo 3 inversiones y no pienso parar hasta llegar a un portafolio seguro de entre 15 o 20 empresas, porque ya entendí que así es como puedo estar más seguro y tener un factor de riesgo mínimo, teniendo al mismo tiempo uno de éxito muy alto. En promedio, a través de Arkangeles, las inversiones pueden generarme 3 veces lo que invertí si diversifico correctamente, y encima, si elijo una buena compañía teóricamente podría recuperar hasta 100 veces mi inversión.

Mi conclusión de esta aventura inversionista es que, si bien, un poco sí salté al precipicio, salté con el paracaídas de entender las estadísticas y con el entendimiento de que si manejo bien la caída y aguanto bien el tiempo, hay buenas probabilidades de que caiga en tierra muy fértil… Resulta que no era tan difícil “hacerlo bien”, solo nadie me había explicado.