Economía zero-waste: El desperdicio mundial de alimentos de la actualidad, podría alimentar a más de 30 millones de personas.

Un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano se pierde o desperdicia a nivel mundial, lo que equivale a alrededor de 1.300 millones de toneladas por año. La pérdida y el desperdicio de alimentos (FLW) causan graves problemas sociales, económicos y ambientales que socavan la sostenibilidad de nuestro planeta. En 2019 se generaron alrededor de 931 millones de toneladas de desperdicio de alimentos, el 61% de los cuales provino de los hogares, el 26% del servicio de alimentos y el 13% del comercio minorista. Esto sugiere que se puede desperdiciar el 17% de la producción mundial total de alimentos (11% en los hogares, 5% en el servicio de alimentos y 2% en el comercio minorista)

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Se descubrieron más datos relevantes de lo esperado, con 152 puntos de desperdicio de alimentos identificados en 54 países.

Si la pérdida y el desperdicio de alimentos fueran un país, sería la tercera fuente más grande de emisiones de gases de efecto invernadero. El desperdicio de alimentos también es una carga para los sistemas de gestión de residuos, exacerba la inseguridad alimentaria, lo que lo convierte en uno de los principales contribuyentes a las tres crisis planetarias del cambio climático, la pérdida de naturaleza y biodiversidad, y la contaminación y el desperdicio. Es por eso que el Objetivo de Desarrollo Sostenible 12.3 apunta a reducir a la mitad el desperdicio de alimentos y reducir la pérdida de alimentos para 2030.

Si bien la mayoría de los estudios provienen de países de altos ingresos, especialmente en los sectores de servicio de alimentos y venta minorista (el 78 % de los países con una estimación del servicio de alimentos y el 87 % de los países con una estimación del comercio minorista son países de ingresos altos), los datos de el nivel del hogar tiene una distribución más uniforme entre los grupos de ingresos, con el 54 por ciento de los 52 países que tienen estimaciones existentes que son países de ingresos altos, el 23 por ciento son países de ingresos medianos altos y el 19 por ciento son países de ingresos medianos bajos. Solo dos países de bajos ingresos tienen estimaciones de desperdicio de alimentos en los hogares, lo que representa el 4 por ciento de las estimaciones mundiales.

La estimación del desperdicio de alimentos en los hogares es la más sólida entre los tres sectores, basada en casi 100 puntos de datos en una variedad de países que representan el 75 por ciento de la población mundial. Por el contrario, las estimaciones para los sectores minorista y de servicio de alimentos se basan en alrededor de 30 puntos de datos para cada uno, y la mayoría proviene de países de ingresos altos. Los países con puntos de datos medidos representaron el 32 por ciento de la población mundial para el servicio de alimentos y el 14 por ciento para el comercio minorista. Además, muchas de las estimaciones del servicio de alimentos están incompletas y no cubren la gama de entornos fuera del hogar en los que se sirven y consumen los alimentos.

Los datos sobre el desperdicio de alimentos en relación con el ODS 12.3 se recopilarán utilizando el Cuestionario sobre estadísticas ambientales de la División de Estadísticas de las Naciones Unidas (UNSD) / PNUMA (Sección de Desechos). El cuestionario se envía cada dos años a las Oficinas Nacionales de Estadística y los Ministerios de Medio Ambiente, que designarán un único punto focal de desperdicio de alimentos en el país para coordinar la recopilación de datos y la presentación de informes. Los datos se pondrán a disposición del público en la Base de datos mundial de los ODS y en el Informe del índice de desperdicio de alimentos del PNUMA, que se publicará a intervalos regulares hasta 2030. El próximo cuestionario se enviará a los Estados miembros en septiembre de 2022 y los resultados se comunicarán a la base de datos mundial de los ODS para febrero de 2023.

El desperdicio mundial de alimentos en la actualidad:

Según la Oficina de Administración de Alimentos (FAO), el desperdicio mundial de alimentos podría alimentar a más de 30 millones de personas. Además, el problema de los residuos al que Kigüi está ofreciendo una solución beneficia no solo al consumidor con precios reducidos, sino también a los CPG (Consumer Packed Goods) a través del aumento de las ventas. En otras palabras, Kigüi está habilitando una estrategia de precios más eficiente a los productos de consumo al mismo tiempo que reduce el desperdicio de alimentos. 

Las tendencias hacia políticas corporativas conminas en el medio ambiente implican regulación inevitable para las empresas de consumo. Estas organizaciones serán responsables del desperdicio de alimentos en su cadena de suministro. Kigüi puede aliviar eficazmente la transición hacia un futuro más ecológico para las corporaciones de consumo.

Al tiempo que logra estos objetivos, Kigüi también está aprovechando los datos que recopila de los consumidores. Lo anterior significa que sus fuentes de ingresos pueden diversificarse mediante la monetización de los datos que su propia operación genera.

¿Qué es lo que sigue después para los próximos años?

A medida que los impactos ambientales se acumulan a lo largo del ciclo de vida de los productos alimenticios, el desperdicio de alimentos a nivel del consumidor presenta la mayor carga. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que 690 millones de personas pasaron hambre en 2019, una cifra que se espera que aumente considerablemente durante y después de la COVID-19. Con la asombrosa cantidad de 3 mil millones de personas que no pueden permitirse una dieta saludable (FAO, 2020), el mensaje de este informe es claro: los ciudadanos necesitan ayuda para reducir el desperdicio de alimentos en el hogar.

La escala del desafío del desperdicio de alimentos no se ha entendido completamente. En 2011, un informe de la FAO estimó que alrededor de un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial se perdía o desperdiciaba, un total de 1300 millones de toneladas cada año; sin embargo, los autores reconocieron la falta de datos sobre el desperdicio de alimentos en los hogares fuera de Europa y América del Norte. Las diferencias en las definiciones de pérdida y desperdicio de alimentos y los diversos métodos de cuantificación utilizados se han sumado a la ambigüedad de los datos. En 2017 señalaron que aún existen grandes lagunas en las estimaciones nacionales de pérdida y desperdicio de alimentos. De las estimaciones que analizaron, muchas no involucraron nuevas mediciones, sino que se basaron en datos indirectos a menudo de otros países o que están desactualizados.

Actualmente el estimado de desperdicio de alimentos:

1) Se evalúa la disponibilidad de estimaciones nacionales de desperdicio de alimentos en los siguientes tres sectores:

  • a) Hogares b) Servicio de alimentación c) Venta al por menor

2) Se calcula estimaciones aproximadas de desperdicio de alimentos para cada sector para países sin estimación (para 2019), junto con una indicación de incertidumbre.  

3) Se desarrolla una estimación aproximada del desperdicio de alimentos a nivel mundial.

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¿Qué es Kigüi? "Comida accesible, reduciendo desperdicio"

Kigüi es una plataforma para reducir los residuos de alimentos. Kigüi anima a los consumidores a comprar productos que están a punto de caducar físicamente en las tiendas con ahorros considerables a través de recompensas de devolución de efectivo, conectándolos directamente con los productores. Pague hasta un 50 % en efectivo, por ejemplo, por comprar yogur que caduque en 5 días. Es muy sencillo.

El consumidor solo necesita escanear el boleto y el producto una vez que lo compra en el supermercado y tener el efectivo en la cartera disponible para su retiro en una cuenta bancaria. 

Tendencias en el mercado:

Las tendencias hacia políticas corporativas conminas en el medio ambiente implican regulación inevitable para las empresas de consumo. Estas organizaciones serán responsables del desperdicio de alimentos en su cadena de suministro. Kigüi puede aliviar eficazmente la transición hacia un futuro más ecológico para las corporaciones de consumo. Al tiempo que logra estos objetivos, Kigüi también está aprovechando los datos que recopila de los consumidores.

Lo anterior significa que sus fuentes de ingresos pueden diversificarse mediante la monetización de los datos que su propia operación genera.

Problemática:

Los consumidores tienen que pagar el mismo precio en el supermercado por un producto recién fabricado que por otro producto que está a punto de caducar. Esto es el resultado de la falta de datos sobre la estrategia de precios del supermercado. La mayoría de los supermercados de todo el mundo no tienen en cuenta las fechas de caducidad.Hoy en día, los códigos de barras solo proporcionan información descriptiva sobre los productos (por ejemplo, Leche Baja en calorías Marca XXX 1Lt), pero no nos proporcionan la información de la fecha de caducidad.

Los supermercados, que no tienen la información, no pueden tomar medidas para promover la venta temprana de estos productos para que no terminen siendo desechados.

Solución:

Los consumidores eligen los productos con la vida útil más larga y dejan fuera el producto con la vida útil más corta, ya que los consumidores no tienen motivación para elegirlos. Luego, los productos terminan siendo desechados, convirtiéndose en parte del desperdicio de alimentos que suma hasta 43 mil millones de dólares de pérdidas en LATAM y los CPG (productores de bienes envasados de consumo por sus siglas en inglés) son los que pagan el costo de los productos desechados o agotados por los supermercados.

Kigüi cobra el 10% como comisión de las ventas netas generadas para los CPG y los minoristas. Los CPG se benefician evitando que los productos se desechen y aumentando los ingresos, tan solo por una parte de su precio.Kigüi también obtiene datos de los detalles de los recibos de compra, generando información sobre el comportamiento del consumidor con un alto valor para la toma de decisiones. Kigüi vende información a las empresas, personalizadas según sus necesidades. Por ejemplo, el término de Kigüi hizo un estudio para una marca de mermeladas que quería saber si los usuarios que consumen la categoría estarían dispuestos a comprar en un embalaje específico. Kigüi también tiene una asociación con NielsenIQ (una plataforma de datos minoristas y de consumidores que analiza los datos de los consumidores) a través de un acuerdo de reparto de ingresos de informes vendidos a empresas con conocimientos de los consumidores obtenidos por Kigüi.

Highlights de la oportunidad:

* Integración de productos sin fricción

* Kigüi genera incentivos a los clientes para reducir el desperdicio de alimentos

* Modelo de negocio rico en datos* Solo se dona el 2 % de toda la comida desperdiciada

* Empresas como Walmart están alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que tienen como objetivo reducir el desperdicio a cero para 2030. Donde presionará a sus proveedores para que implementen soluciones

* Los países desarrollados como Italia, Francia y España ya tienen regulaciones sobre el desperdicio de alimentos, lo que requiere que las empresas no tiren productos ni se enfrenten a sanciones.

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Autor:
Alexis Sánchez
Head of Growth

Egresado de la Universidad Tecnológica de México en la carrera de Negocios Internacionales. Tiene más de 5 años de experiencia en áreas comerciales y formación de equipos de trabajo de alto rendimiento en startups. Actualmente es el Head of Growth en Arkangeles.com una aceleradora de inversionistas que busca impulsar una nueva generación de inversionistas que se atrevan a invertir diferente y a generar impacto invirtiendo en compañías que están revolucionando e impactando México y LATAM.

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